viernes, 31 de agosto de 2012

Nausicaa del Parque de los Deseos

Mi tiempo en esta ciudad se está acabando. Y aunque la somnolencia sea mi estado basal, hay ciertas cosas que me hacen recordar nuevamente el porque le tengo tanto cariño a Medellín, por que permite la posibilidad de experimentar muchos momentos cargados de profundas sensaciones, asi esté solo, asi no haya alguién con quien compartirlas. Puedo percibir como la ciudad es la que me acompaña y me permite zambullirme en su acogedora vida nocturna.

Para explicarme mejor, de todas las ciudades a las que he ido (que no son muchas) es la que mas opciones culturales de accesos masivo tiene a un facil alcance, tal vez Bogotá pueda tener mayor oferta de sitios o actividades culturales, pero su enorme extension hace a veces agotadora la experiencia de salir a un teatro o una obra al aire libre.
Escribo esta entrada tambien para recordar un momento agradable de mi vida, en que a pesar de la soledad la ciudad me hizo sentir solitario, y no solo, pudiendo saborear la experiencia placentera de estar ahi, con todas las personas en ese parque, desconocidos, pero compartiendo sensaciones de forma masiva:
Creo que fué en Junio del 2010. En el parque de los deseos, en Medellin, se proyectan los martes peliculas con compromiso social o educativo. (La pared blanca del edificio en la foto sirve de pantalla).
Ese dia, como parte de un ciclo sobre Ecologia y la perdida de la relacion ármonica entre el hombre y la naturaleza, se proyectaba "Nausicaa del Valle del Viento", primera gran obra maestra de Hayao Miyazaki.
Al aire libre, sin restricciones, para todo aquel transeunte incauto que pasara por alli y quisiera tumbarse en el suelo, y sumergir sus ojos y oidos en esa experiencia.
 
El sonido fue excelente (Lastimosamente mi arcáica cámara de video no logra aislarlo de las voces del publico y las risas de los niños).
Aqui en este corto video los créditos iniciales.

Me gusta sobre todo el contraste. Ver proyectado sobre esa pared ese magico y maravilloso mundo con el que Miyazaki quiere hacernos soñar despiertos, y atras, y a los lados las luces de la ciudad, la luna llena, las sombras acogedoras, las siluetas de los niños (a veces un perro), o el metro a lo lejos.
Aqui, el climax, una escena bellisima donde los Ohmu devuelven la vida a la princesa Nausicaa:

Pocas veces se tiene la oportunidad de una experiencia asi. Una de mis peliculas favoritas proyectada como nunca, pudiendo al mismo tiempo ver las estrellas, y entrgarme a la percepcion de la apacible vida nocturna de esta ciudad.

1 comentario:

Javier Ramírez. dijo...

¡Increible que gozada! debio ser un disfrute total ¡hacia buen tiempo! un saludo.